No hay cuarto malo, dijo la ninfómana
¡Qué emocionante llegar al cuarto!!
Y más, con tantas palabras, palabritas y palabrotas, de todos los calibres, como las que salen a relucir en las discusiones de bar, tal como si hubiesen sido engendradas por un pez pene y una vaginotilapia. O, producidas mediante el uso de una tijera genética.
Al parecer, todo se debió a que una india, luego de perder su pedúnculo, según los Annals of indians y acto seguido de un alegrón de fundillo cayó en las garras de un Cluny criollo, a quien le entregó toda su adoración y lo declaró oficialmente como su pechocho.
Tan faustos, fastuosos e infaustos insucesos nos llevaron a contarles nuevas historias e historietas, cada semana. Por ejemplo, la de la deschavetada Chava, la de las indulgencias a precio de huevo o esa donde una mona ojiclara, luego de participar en un bukake, se lleva a su guerrero a hacerle campaña al bueno de Adramelech.
Como quiera que haya sido, por la gracia divina o por una ordalía que salió bien, hemos llegado hasta este cuarto aniversario, merced al beneplácito y la resiliencia de todos quienes siguen nuestra publicación y de ese modo nos impulsan para continuar dando lora, así, una vez por semana, con historias todas fundadas en la realidad, pero que se las echamos con la distorsión que produce el consumo de la primera y de las otras.
Contando con su favor, seguiremos en nuestro afán de extraerles una sonrisa o ponerlos a pensar. Lo uno o lo otro o ninguno de los dos, pero sí buscando cada vez que al menos se pidan la otra. ¡Salud por esto y por el cuarto!
Felicitaciones.
Qué sean muchos años más
Feliz aniversario sigan mejorando.saludos Rudolf
Si alguien conoce al par de personajes que hacen esto, se los imagina contando el blog en sus voces. Suena muy suyo amigos...adelante