ISAIAS 4:1 LA PROFECIA DE LAS SIETE MUJERES

He preferido el polvo así, sencillamente,pues la palabra amor aún me suena a hueco.

Silvio Rodríguez

Este tema lo hemos abordado por pura vocación científica, la cual nos ha llevado a realizar un trabajo de investigación. Si a partir de los resultados y de nuestras conclusiones algún lector nos señala como sexistas o machistas, queremos dejar sentado desde ya, que no es por ese lado.

Desde hace mucho tiempo nos han dicho que a cada hombre le corresponden siete mujeres, pero no sabemos de dónde salen, ni la creencia ni ese cabalístico número.

Si se examinan las cifras, se observa que hay casi el mismo número de hombres que de mujeres. Así que no se trata de que haya siete veces más mujeres que hombres en ningún lugar del planeta, sino que a cada hombre le CORRESPONDEN siete mujeres. Opinamos entonces que este asunto exige algo de investigación.

Estudiando el tema, encontramos que en Isaías 4:1 el profeta expresa que según su profecía “siete mujeres echarán mano de un hombre en aquel día”, pero hay que ser bastante religioso para saber cuál será ese dichoso día que todos esperamos, aunque no sin angustia, porque el sagrado texto no explica de qué características serán esas siete mujeres, ni qué debe dar ese hombre a cambio (pues ya sabemos que gratis no hay nada en este mundo). Tampoco es claro en qué consiste la “echada de mano”, ni si es lo mismo que “echarle muela”. El profeta no especifica tampoco a cuáles hombres se refiere, es decir, si están incluidos todos, así sean calvos, gordos, desmueletados, seborreicos o con halitosis. No se establece qué relación tendrán ni cuál será el trato que mutuamente se concedan. En resumen, la biblia no parece ser una fuente idónea para aclarar el tema. ¿Será cuestión de comentarlo con Blanca Nieves?

Nos dimos entonces a la tarea de diseñar y llevar a cabo un sesudo estudio de campo y definimos estrictos parámetros para hacer una exhaustiva evaluación estadística.

EL ESTUDIO

En principio, debemos tener en cuenta que la dichosa proporción de 7 a 1 puede verse afectada por cuenta de factores como el aumento de la población LGBTI, los conflictos armados o la abundancia de fealdad. La tradición sugiere que el propósito es disfrutar de las artes amatorias, pero la información disponible no es concluyente sobre para qué le corresponden esas siete mujeres a cada varón. Tampoco es posible saber a ciencia cierta si esa proporción sigue siendo válida.

Sentamos entonces una hipótesis de trabajo que pretendemos validar mediante nuestro estudio.

Hipótesis: En Colombia, a cada hombre le corresponden siete mujeres con las cuales puede copular.

Condiciones. Puesto que no todas las mujeres están “disponibles” para la interacción propuesta con todos los varones (es decir, en “edad de merecer” o “comestibles”, en la acepción de la mesa del bar), es preciso establecer una normas mínimas sobre cuáles mujeres pueden ser candidatas. Definimos entonces las siguientes variables:

EDAD. Consideramos mujeres mayores de edad, pero no de la tercera edad. Es decir, sólo en edad de merecer: 18 a 50 años.

ENFERMEDAD. Excluimos los casos en los cuales un trastorno clínico impide la realización de la cópula, por razones anatómicas, sicológicas o de malformaciones.

GRATUIDAD. Se exceptúan los casos en los cuales se produzca un pago directo por la complicidad del momento.

PREFERENCIAS SEXUALES. Se excluyen del estudio la L y la G de los LGBTI. Sobre las B, T e I, no sabemos qué se puede concluir y ellos tampoco lo saben.

INCOMPATIBILIDAD. De caracteres o de características. Es decir, cuando hay barreras de acceso que hacen que ni siquiera con altas dosis de embellecedor, el varón desee echarle mano (parafraseando al profeta) a una mujer.

CONSANGUINIDAD. De las siete mujeres en cuestión, se exceptúan las familiares con vínculo por consanguinidad, afinidad o adopción, al menos para una amplia mayoría de varones, sicológicamente normales. Excluimos entonces, a las mujeres del ámbito familiar cercano a cada hombre. Es decir, madre, hermana, hija, tía o suegra (aunque no falta el pervertido). Excluimos de esta condición a las primas a propósito, por aquello de que “entre primo y primo, más me arrimo”.

En nuestra siguiente entrada, que prometemos para la próxima semana, les daremos a conocer el desarrollo y los resultadosdel estudio y las conclusiones.