ISAIAS 4:1 LA PROFECIA DE LAS SIETE MUJERES (2)

Presentamos ahora el estudio realizado y las conclusiones del mismo, junto con algunas consideraciones adicionales que surgieron a partir de él.

DESARROLLO DEL ESTUDIO

Población Femenina. Basados en las últimas estadísticas entregadas por el DANE sobre la población de Colombia proyectadas al año 2015, tenemos que hay 48 millones de colombianos y de ellos 51 % son mujeres o sea 24,5 millones, para “caerle” a 23,5 millones de varones.

Al aplicar los criterios que quedan señalados antes, encontramos:

·     De la población de mujeres, clasifican dentro del rango de edad escogido, el 50 %, que corresponde a 12,25 millones de mujeres.

·     Por razones de enfermedad, según la información del Ministerio de Salud, el 3 % de la población está inhabilitada. Pero, si nos atenemos a las estadísticas de bar, el 40 % de las mujeres debería ser exceptuado por causas patológicas o sicológicas. En aras de la ecuanimidad, tomamos la cifra del ministerio (3 %), así que nos quedan 11,8 millones de víctimas potenciales.

·         En este país existen 400.000 trabajadoras sexuales que ejercen formalmente. Pero todos sabemos que hay adicionalmente 500.000 que ejercen sin el lleno de los requisitos formales (excepto por lo del cobro) es decir, las casquivanas, busconas o trepadoras que llaman. Así que nos quedan 10,9 millones de posibles protagonistas.

·         Por cuenta de sus preferencias y limitaciones sexuales (las L y las frígidas), salen del estudio 500.000 mujeres. Con esto, nos queda un total de 10,4 millones.

·         Para determinar el número de féminas con incompatibilidad, realizamos un estudio de campo que arrojó, sobre una muestra de la población, estudiada en diversas estaciones de TM, en diferentes puntos de la ciudad de Bogotá, que el 25 % de las mujeres resultó estar en condición de incompatibilidad, según los criterios que hemos definido antes. De ahí se desprende que en el país hay 2’600.000 mujeres que no están como “para hacerles el daño” sin hacerse merecedor de repudio, náuseas, enfermedades, vituperios, condenas, cárcel, suicidio, etc. Nos quedan entonces 7’800.000 nenas disponibles.

Población Masculina. Al aplicar a los hombres los mismos criterios obtuvimos los siguientes resultados:

·         De 23.5 millones, sale por edad el 50 %, con lo cual quedan 11,75 millones.

·         Respecto a la exclusión por enfermedad hablamos de malformaciones, cáncer, esclerosis múltiple, obesidad, cardiopatías, apatías, misoginia y en general, enfermedades relacionadas con los otros sistemas diferentes al reproductivo. Por este rubro se excluye el 2 % de la población masculina. Así que nos quedan 11,5 millones de hombres.

·         Una proporción mínima de hombres (menos del 0,5 %) cobra por sus servicios sexuales, pues una mujer estaría dispuesta a pagarle solo a muy contados ejemplares. Y, definitivamente, la urgencia y la necesidad están claramente definidas como XY, por lo tanto, luego de considerar este factor nos quedamos con los mismos 11,5 millones.

·         Considerando las preferencias sexuales, por cuenta de la G salen 1’500.000 ejemplares y por trastornos del tipo de la disfunción eréctil, falta de deseo (raro, pero existe) y eyaculación precoz debemos eliminar a otros 450.000. Ahora bien, por cuenta de las enfermedades de transmisión sexual se excluye a 900.000 y por razones de tamaño del chito deben salir 200.000 (que logran fácilmente pasar inadvertidos, así se ingenien otros recursos). Nos quedan entonces 8,45 millones de machos disponibles.

·         Por el factor de incompatibilidad, asociado en el caso de los hombres a la fealdad o a la necesidad de embellecedor, debe tenerse en cuenta que el embellecedor es más costoso cuando se habla de “embellecer a los hombres”, porque este consiste en el número de ceros de su cuenta bancaria (condición que sólo posee en cantidad suficiente el 1 % de los hombres de este país) y que según los resultados del estudio de campo, en el rango de edad definido, tan sólo el 14 % de la población masculina es objeto de deseo. Sumando estos dos grupos se obtiene que de los 8,45 millones sólo el 15 % “puede comer de sal”, quedándonos así una mísera cifra de 1’267.500 varones.

·         Como se cuenta con 7’800.000 féminas para asignar a 1’267.500 varones, se obtiene el mágico número de 6 mujeres para cada uno de estos. Lo cual nos confirma la sospecha de que la profecía debe ser actualizada, reduciendo de 7 a 6 la dichosa proporción, objeto de nuestro trabajo.

·         Según los estudios de composición por hogares de las familias colombianas, en el círculo familiar de cada varón se tienen en promedio 5 mujeres que caen en la restricción debida a la familiaridad y consanguinidad. Aplicando este criterio, de las 6 mujeres que le tocan a cada uno, probablemente una sea la madre, otra la tía, una más la hermana y otra la hija, así que sólo quedan dos: aquella con la cual se tuvo a la hija y una prima, que por definición se excluyó antes o, en el peor de los casos, la suegra (con las suficientes dosis de embellecedor y de perversión).

CONCLUSIONES

·       Nuestro estudio arrojó que en este país existen 7’800.000 hembras bien varonas con las cuales el hombre pude copular.

·     También encontramos que los hombres de los cuales se puede “echar mano” suman un total de 1’267.500.

·         Encontramos que, al cumplir rigurosamente los criterios definidos, la proporción bíblica de 7:1 se ha reducido hoy en día a 2:1, pero corriendo el riesgo de incluir allí, además de la madre de sus hijos, a una prima o a la suegra.

·    Por lo tanto, señores, a cada uno de nosotros sólo nos corresponde una compañera sexual, en condiciones normales.

INFERENCIAS

Los resultados y conclusiones de nuestro estudio nos llevan a afirmar lo siguiente:

·         Hay que ser fiel si no se pretende caer en algún pecado, tener hijos con cola de marrano o sacrificarse con una fea incomible (el famoso gurre o grillo), acto después del cual la vida, honra, bienes, salud mental o autoestima estarán en alto riesgo de perderse.

·         Este estudio también explica por qué la población inicia a una edad cada vez más temprana sus actividades sexuales, pues se evidencia el claro propósito de modificar el rango de edad (que como vimos descarta a la mitad de las candidatas), con el fin de aumentar las probabilidades estadísticas.

·         Otra opción que algunos varones se juegan para saltarse estas cifras, es matarse cada vez más, trabajando como burros, buscando lograr aunque sea temporalmente o en pequeñas dosis el embellecedor que los haga aparecer deseables ante ellas, para clasificar dentro del 1 % que puede disfrutar las mieles de un buen saldo en el banco y una buena cuenta en la cama (¿o al revés?).

·         En su afán de ignorar o aun de modificar las estadísticas, muchas personas, tanto de uno como de otro sexo (y de los demás), han llevado a que esté de moda sustituir el embellecedor por la cirugía plástica en todas sus posibles expresiones, desde la rinoplastia hasta la himenoplastia.

·         Dado que el estado busca sin cesar aplicar un impuesto cada vez mayor al licor, los varones de menores ingresos ven restringido su acceso al embellecedor y por eso aumenta la promiscuidad con las tías, las primas, las suegras, etc. (propias y de los demás).

·         En cuanto a las cinco mujeres que quedan fuera del alcance de cada varón, ellas no están exentas ni del deseo ni de la satisfacción sexual, así que deben estar copulando con varones de otros círculos familiares. Hemos encontrado entonces, la causa del alto nivel de infidelidad existente: esa otra mujer que “le echa mano a un varón”, es la tía, la hermana, etc., de algún otro varón, ajeno a su círculo familiar.

·         Ahora bien, las infortunadas que componen el 25 % excluido en el estudio quedan para el óxido, para degenerados o para exponentes demasiado desesperados, por causa de un verano en extremo prolongado (literalmente) o por estar infectados con el mal de vereda. Para ser equitativos, quedan disponibles para el 85 % de los varones que resultaron excluidos por elegibilidad en el estudio de campo. Esto significa que en un lapso muy corto, las proporciones arrojadas por este estudio no tendrán ninguna validez.

Luego de toda esta disquisición estadística, les dejamos a Silvio y su resumen de noticias