30 de agosto de 2019

Matripuntos

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Con la vara que midas te van a dar



Ante las innumerables consultas que recibimos a diario de atribulados y confundidos maridos que no tienen claro cómo funcionan los matripuntos y, por ende, se ven en grandes dificultades a la hora de hacerlos valer ante su pareja, hemos decidido brindarles unas aclaraciones a esos pobres ilusos, fruto de nuestras investigaciones sobre el tema, en este post, con la esperanza de que a ninguno le vayan a llegar post mortem.

Lo primero que hay que dejar en claro es que el sistema de los matripuntos funciona de una manera del todo aleatoria.

Tiene similitudes con el de los puntos de los almacenes de cadena, los de las licencias de conducción de algunos países y otros varios, en cuanto que usted acumula puntos positivos si se porta bien, pero si comete alguna infracción, no repite su conducta adecuada o deja pasar mucho tiempo, pierde sus puntos sin remedio, en una cantidad que es proporcional a la gravedad de su falta.

Las dificultades arrancan cuando usted no es consciente de que los parámetros de asignación, de recompensa o de pérdida se definen al otro lado, sin consultarle y, lo más terrible, la cosa esa de los matripuntos, a diferencia de los términos y condiciones de los otros puntos, se maneja sin que usted sepa cómo, con un oscuro reglamento previo, que usted aceptó sin darse cuenta al firmar la partida de matrimonio o simplemente con el primer beso.

Es por ello que usted debe entender que hay una gran diferencia entre el número de puntos que cree haber ganado por una acción noble y valerosa, versus los que ella en realidad le ha asignado, que al final son los que cuentan.

Por ejemplo, algunos incautos pueden llegar a pensar que entrar a la casa con un ramo de rosas de semáforo les brinda muchos matripuntos, pero no: si las flores no llevan un anexo del tipo de un reloj o una joya de marca o unos pasajes a un destino con playa, el ingenuo tenedor recibirá una pichurria de puntos. Usted puede estimar la cifra obtenida si logra observar bien el disimulado gesto de desdén que acompaña a la asignación.

Tampoco, como creen muchos, téngalo claro, levantar medias o calzoncillos del suelo o limpiar el bizcocho luego de haberlo visitado (cosas que para él resultan relevantes), brindan tantos matripuntos como para que pueda salir sin objeciones, un domingo por la mañana. Ni lo sueñe.

Si bien usted puede lograr unos cuántos puntos con acciones tan coquetas como llevarla a una cena romántica, con velas y trío, si usted propone que el trío no sea de cuerdas sino con una amiga o vecina, no solo perderá automáticamente los puntos obtenidos en ese tiro, sino los que haya conseguido durante el último año; del mismo modo, será recompensado con muchos matripuntos si se levanta a las tres de la mañana a sacarle los gases al bebé, pero perderá tres veces más si los gases que saca son los suyos. 

Por ejemplo, si quiere conseguir los matripuntos necesarios para obtener un permiso para irse de farra un sábado o solo a jugar tejo o disfrutar con sus amigos de un tercer tiempo luego de un partido, sin el acoso celular, debe esforzarse mucho, sudar la gota gorda y tragarse un sapo grande. Para eso se requieren altas dosis de varonidad, mucha humildad y gestos de nobleza extrema, como recibir con genuina alegría y un cálido beso en la mejilla a la suegra, preparar el almuerzo familiar y lavar la loza. O, puede ser, mamarse una sesión de cuatro horas de compra de zapatos, bolso y cinturón con invitación a almorzar, postre incluido, haciendo cara de ponqué, todo con total sinceridad y serenidad (al mejor estilo de la vergüenza del gremio).

Otros aspectos clave son que los matripuntos se obtienen por compras muy superiores al salario mínimo, no son acumulables con otras promociones, se pueden perder fácilmente por cosas tan simples como contestar “humm” a una pregunta de ella y no se pueden redimir ni canjear por premios, como muy tarde vino a saber un amigo de Cúcuta, en cuyo velorio nos enteramos de que pretendió canjear los matripuntos que creía tener acumulados, por millas para hacerle la vuelta a una amiga suya.

De otra parte, es desconcertante saber que no existe un sistema invariable de registro ni de conteo de los puntos, así que usted nunca puede tener certeza del acumulado que lleva ni de en qué momento se perdieron si todo iba tan bien.

Pero no se ilusione pensando que puede convertirse en un magnate de los matripuntos a punta de pinta, labia y billetera: esos puntos son perecederos y duran lo mismo que un buñuelo caliente a la salida de una escuela, como decía la abuelita o lo mismo que un frasco de Popper, en la misma escuela, como se dice hoy. Y, qué horror: usted nunca sabrá cómo ni cuándo los perdió.
Quienes creen que existe la ley de la compensación se han inventado que les asignan puntos a ellas (y que por eso lo de matri), pero según diversos testimonios, se otorgan con mucha más generosidad y por asuntos muy prosaicos. Algunos de los eventos más comentados y que mayor puntaje otorgan son los relacionados con la cerveza que se brinda en medio de un partido, la coqueta picada con la cual se recibe a los amigos que vienen a jugar cartas o la echada de muela espontánea.

Ese tipo de puntos se multiplica por dos y hasta por tres si la picada se acompaña de bebidas  y la doña las recambia al ritmo adecuado durante el partido o la partida, si la cerveza está helada (que el vaso sude) o si la muela es aplicada en un lugar inopinado como el carro, un ascensor o la sala de la casa de los papás de ella.

Entendemos cuán complejo es todo este asunto, así que, para resolver semejante quebradero de cabezas, estamos desarrollando una app, basada en testimonios de diferentes calibres y tenores y hasta de barítonos, que entregue de forma automática el conteo de los matripuntos en tiempo real y que estará muy pronto a disposición de nuestros lectores en la red.

Estén atentos.

2 comentários to “Matripuntos”

  • 31 de agosto de 2019, 7:39 a.m.
    Darayam2 says:

    Excelente artículo. Y muy acertado. Gracias por la labor social.

  • 14 de septiembre de 2019, 12:59 p.m.
    Rudolf says:

    Amigo .con las mujeres es complicado porque ellas acomodan Todo según su estado anímico,hormonal,sus creencias religiosas etc.ser juicioso no basta

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