15 de junio de 2019

si funciona no lo toque

,

En la innovación está el placer


Durante muchos años se promulgó en todo tipo de organizaciones el viejo paradigma que reza: “Aquello que está funcionando debe mantenerse intacto”, idea que se enquistó en el ámbito laboral, pero permeó todos los demás, como el familiar, el social, el deportivo y, por antonomasia, el religioso.

Y, según de qué, quién y dónde se tratase, se solía acompañar con frases bíblicas como “¿Le va a enseñar a su papá a hacer hijos?”, “Llevamos tantos años haciéndolo así”, “Eso nunca se ha hecho de esa forma”, “¿Quién es el dueño y quién el empleado?”, “¿Cuántos millones ha hecho usted de ese modo?” y tantas otras de corte similar con las cuales se castraba de tajo, la inspiración creativa del que era considerado como un aparecido.

Tal estilo, que podríamos denominar preservativo, se apalancaba con medios que siguen siendo de uso común hoy en día como que, si usted ha manejado de forma intachable una tarjeta de crédito durante 20 años, pero un día se cuelga en más de una cuota, esté seguro de que lo van a ejecutar. Si ha pagado siempre su crédito hipotecario cumplidamente, cuando sufra un retraso en algún pago, la propiedad que creía suya pasará a manos de su verdadero dueño: el banco. No importa si usted siempre paga con juicio los servicios públicos, al primer retardo el corte será inmisericorde. Usted ha podido pagar sus impuestos, derechito como un riel, pero ante cualquier incumplimiento, por insignificante que sea, una jauría depredadora perseguirá su nombre y sus bienes, sin descanso. Asimismo, usted ha podido ser un amante impecable durante años, pero si baja su desempeño un milímetro, el bateador emergente saltará a la cancha.

Muchos años de hacerlo bien ya no son garantía de permanencia ni de continuidad, principalmente porque la experiencia ya no se valora, aunque esta no se pueda comprar en el supermercado ni a domicilio, endosar ni importar. Ha sucedido que famosos equipos de fútbol, aun alineando a su nómina titular, estelar y siempre ganadora, han sido apabullados por un grupo de jóvenes novatos, desconocidos pero llenos de coraje. Y se ha visto cómo negocios que han sido exitosos durante décadas, se derrumban y desaparecen en par boliones y sin que sus dueños alcancen a darse cuenta de qué fue lo que pasó.

Y se nota cada vez más cómo ese viejo concepto que mencionamos se ha vuelto retrógrado y obsoleto y en muchos casos sinónimo de fracaso (en muchos, no en todos, porque en algunos, si funciona es sinónimo de milagro y en otros, mantenerlo intacto resulta una misión imposible de lograr). Incluso se ha llegado a pensar que, si algo funciona, debe estar mal y es necesario revisarlo todo a fondo, hacerle reingeniería, investigar su impacto ambiental, definir si vulnera algún derecho, consultar si alguien está indignado, contratar un estudio para valorarlo, desecharlo y volver a empezar desde ceros.

En el actual mundo millennial lo que se suele decir es que, si algo funciona, tóquelo, cójalo, pellízquelo (a ver si es real), manoséelo, espíchelo, béselo, muérdalo, únteselo, dele la vuelta (no sea excluyente), compártalo y muchas otras acciones de corte proadictivo con las cuales se previene al usuario de que lo que hoy está bien, mañana se le puede aflojar, dejar de funcionar o hasta caer, como se ve que ocurre con frecuencia cada vez mayor.

La chancla ya no funciona como mecanismo correctivo y formador; el sistema educativo tradicional ya no es aplicable a los estudiantes de hoy, el mercado ya no se hace cada mes como antes y hasta la televisión ya no se ve como se había hecho durante todos estos años, desde cuando se inventó.

Ya no funciona, pues, el cuentico ese de que es la tradición y que así ha sido siempre, que de esa manera lo hacía el abuelo, que los no sé cuántos años de historia tienen que servir de algo y que usted no le puede enseñar a nadie a hacer hijos. Pues resulta que ahora hay métodos novedosos, como la inseminación in vitro, la clonación, las células madre (pronto el día de la madre cederá su espacio al día de la célula madre), la adopción con fines humanitarios o el vientre alquilado, todos ellos probados y comprobados para hacer hijos, tal como la no menos conocida reproducción humana asistida, en la modalidad de realidad real con selección aleatoria de ADN, con el cual fueron concebidos todos esos modernos innovadores y que antes era conocida como hacer el amor pero ahora se le denomina con el insípido “tener sexo”.
 En conclusión, si funciona, sospeche, pero rece para que los cambios que hay que meterle, sigan funcionando.


0 comentários to “si funciona no lo toque”

Publicar un comentario

Si quiere comentar este artículo escribalo en la casilla siguiente. Para que le podamos contestar, por favor incluya su nombre seleccionando comentar como y nombre/url. Seleccione luego publicar.

 

Pídase la otra Copyright © 2011 -- Template created by O Pregador -- Powered by Blogger Templates