Que la
adversidad no te desinfle
Un prestigioso medio de comunicación estadounidense
publicó una noticia que transcribimos acá. Tal como apareció, fue así:
El señor Jason Clark, aunque no lo admite
abiertamente, es un hombre muy poco agraciado. Hasta el punto de que, según se
vino a descubrir ahora, su señora madre, aterrada, lo abandonó al nacer,
creyendo que era un tumor y aún hoy se niega a recibirlo.
A Sandy, una despampanante rubia muy bien dotada y con
una sonrisa sin igual, la trajo el correo. Jason Clark la recibió en la sala de
su casa y de inmediato, inició con ella una relación que alcanzó una gran
intensidad, como él nunca había conocido. Y hoy, después de varios meses, él
considera que es el hombre más feliz del mundo.
Clark reveló que, luego de años de no poder establecer
relación de ninguna clase con ninguna clase de mujer de ninguna clase, logró
superar sus miles de frustraciones y ahora le ha propuesto matrimonio a ella,
pues se encuentra felizmente enamorado de Sandy, su muñeca inflable.
"Me negaron la entrada a los prostíbulos de la
ciudad, inclusive a los de más baja calaña y me cancelaron las cuentas de todas
las páginas que ofrecen parejas por Internet, dizque porque yo les arruinaba la
imagen y siempre que intentaba abrir páginas de porno, el computador se
bloqueaba misteriosamente", expresó Jason con cierto dejo de tristeza.
Según dijo, ahora todo ha cambiado para él, pues Sandy
es la pareja perfecta: “Siempre está dispuesta, a cualquier hora y en cualquier
lugar (de la casa, por supuesto)”. No le pone pretextos, no se queja de
migrañas y, sobre todo, nunca le hace el feo a Jason. Además, él se ha dedicado
a innovar todo el tiempo, gracias al panel de sonidos que puede manipular en la
espalda de ella.
Clark manifiesta que es muy feliz porque no tiene
suegra ni cuñados latosos, puede salir con amigas a la hora que quiera (nunca
lo hace, pero puede), puede llegar tarde y ebrio, fumar y beber en la casa,
dejar la ropa tirada en cualquier parte, limpiarse las manos con las cortinas o
hasta mojar el asiento del sanitario y Sandy siempre está sonriente en la cama,
esperándolo y dispuesta a todo para él.
Cuenta que, aunque Sandy jamás le pide nada, cada día,
al salir de su trabajo en la morgue (donde, paradójicamente, arregla cadáveres
para que no se vean tan feos), él se esmera en llevarle regalos como grandes
ramos de flores, chocolates, juguetes eróticos, lencería fina y otros por el
estilo.
La semana pasada, durante una cena romántica, Jason se
puso de rodillas y, lleno de emoción, le ofreció un hermoso y costoso anillo de
compromiso. Ella, sin lograr articular palabra, solo atinó a sonreír. Y él
entendió que, como el que calla otorga, este fue el SÍ más elocuente que
hubiese podido recibir.
Este medio, además de testimoniar la inmensa alegría
de Mr. Clark, pudo conocer que él ha programado su boda con una sobria
ceremonia civil en su lugar de trabajo, con algunos de sus pacientes como
invitados (el notario accedió a oficiar la boda por Internet desde su oficina)
y que luego la pareja partirá con sus maletas a un paradisíaco destino en el
Caribe, para su luna de miel. La novia, según él, ya no cabe de la dicha (Parece
que tiene que desocuparla para el viaje).
Nos pareció importante reproducir esta nota para
resaltar que en el amor todo se vale, que un hombre, bien determinado, es capaz
de vencer cualquier adversidad y que el amor lo puede todo, está en todas
partes y se puede conseguir de cualquier modo, hasta por las vías más
insospechadas.