8 de septiembre de 2023

La ecuación del amor

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Cuántica amórica


El físico inglés Paul Adrien Maurice Dirac, desarrolló una ecuación en la cual descubría uno de los fenómenos más enigmáticos, intensos, profundos y relevantes del comportamiento de las partículas elementales: la antimateria.


Para sorpresa de muchos, la creencia popular es que la ecuación de Dirac lo que describe es uno de los fenómenos más enigmáticos, intensos, profundos y relevantes del comportamiento del ser humano: el amor


Pero, resulta que tan brillante científico no era nada amoroso debido a la rudeza y crueldad de su progenitor, sino un típico nerd, taciturno, en él mismado, asocial y tosco, un genio de mal genio, experto en partículas elementales, hasta el punto de que consideraba a los demás humanos como elementales y los trataba como a partículas.


Su ecuación, que vista desprevenidamente parece muy sencilla, encierra conceptos tan complejos como la dualidad onda partícula, el entrelazamiento cuántico y la antimateria. Se expresa así:

            

           ( i   -  m ) Ψ =  0

                                                                

Donde  i   representa un número imaginario, el resumen de las derivadas múltiples parciales, m  es la masa y  Ψ  representa la función de onda del electrón.


Como el propio Dirac diría "el investigador debe luchar especialmente por la belleza matemática tomando en consideración la simplicidad, pero de un modo subordinado a la belleza…" razón que lo llevó a esta expresión sencilla que develó grandes misterios, ratificó otros y planteó unos más, que años más tarde fueron corroborados experimentalmente por otros físicos particulares.


Tal expresión, expresada por el físico, correlaciona la rigidez matemática con la dulzura de las sensaciones, hasta el punto de que un poeta de la época, admirado por la belleza contenida en tales palabras, se atrevió a afirmar que, así como la relación entre materia y energía se manifiesta y se transmuta permanentemente, el sentimiento y el deseo carnal se comportan de la misma manera.


El entrelazamiento cuántico consiste en que, si dos partículas elementales han estado interactuando por un tiempo, cuando se separan, sin importar la distancia que medie entre ellas, se verán afectadas de modo que lo que le pase a la una tendrá repercusiones en la otra. Debido a la antimateria, el efecto sobre la segunda será el inverso de lo que le ocurre a la primera, tal como lo describe la ecuación.


En su deseo de ahondar, el poeta se sumergió en el entrelazamiento y con gran simplicidad se subordinó a la belleza. Así logró encontrar que lo mismo sucede con dos seres que se aman y que por cualquier circunstancia deben separarse, pues siguen conectados, pero de forma que, si uno se enferma la otra se alivia, si la una ríe el otro llora y si una se vuelve rica el otro se hace feo.


A Dirac no le gustó ni poquito la comparación y respondió: "En ciencia uno intenta decirle a la gente, de una manera en que todos lo puedan entender, algo que nunca nadie supo antes. La poesía hace exactamente lo contrario”.


Ante esta dicotomía físico-sentimental, decidimos conformar un grupo interdisciplinario que estudiara tales posturas y aportara una visión definitiva para resolverla. De él hicieron parte un fisicoculturista, una fisioterapeuta, un fisiólogo, una triatlonista y un profesor de educación física.


Para el fisicoculturista, la ecuación es muy poderosa, encierra una llave compleja que requiere, para poder resolverla, gran desarrollo muscular (suponemos que se refiere al cerebro, que es un músculo), pero en definitiva no aplica para ningún sentimentalista y por lo tanto no tiene nada que ver con el amor.


La fisioterapeuta en cambio se sintió muy motivada por la igualdad a cero y arguyendo que la única manera de llegar a este estado de nulidad es alcanzando un estado de reposo absoluto que, sólo un estado de enamoramiento total puede brindar, concluyó que, en efecto, esta sí es la ecuación del amor.


El fisiólogo del grupo concluyó que el símbolo d de derivadas múltiples es ya de por sí una abstracción, que multiplicada por i hacen de este término algo inimaginable o irracional, si se prefiere. La letra psi en forma de tridente del demonio le multiplica al paréntesis su ya enigmático significado y cuando uno se entera de que Dirac concluyó que, para resolver su ecuación era necesario concebir el concepto de antimateria, la negación divina se hace más evidente y nos acerca más al mismísimo infierno cuanto más se intenta develarla, así que no hay nada bello en ella.


La triatlonista, gracias a su excepcional estado físico, se enfocó en la masa que se sustrae y que elimina por ende lo material, lo meramente carnal y se enfoca en lo espiritual, que es lo que queda de la resta, acercándose así al concepto mismo del amor, que se nota en el corazoncito brincón que es lo que Dirac llama spin. Para ella, esta es la ecuación más bella del mundo.


Ante esta particular paridad, sólo quedaba el profesor para desempatar la dualidad. Este fue su concepto:


¡ Qué va a ser esa hp ecuación la más hermosa si ni siquiera se entienden las variables ! De donde p*%!s sacaron que uno sigue conectado con su ex, si cuando uno se larga es porque el que terminó no quiere saber nada del otro término de la ecuación, que es la única dualidad que veo en ella. Y tanto esfuerzo y devanarse los sesos, ¿para qué? Para terminar en ceros, en la ruina y sin nada. ¡ Qué bodrio de ecuación ! ....

Lo más parecido que he visto al amor.











1 comentários:

  • 9 de septiembre de 2023, 11:07 a.m.
    Anónimo says:

    Que excelente muestra de buen humor

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