Espermatozoides fritos

La anticoncepción calenturienta

Los más recientes estudios realizados en el Centro de Estrangulamiento Genético de la Universidad de Israel han revelado que la concentración de espermatozoides en el semen humano ha disminuido en un 50 % durante los últimos 10 años, con lo cual se prevé que se reducirá en un 100 % en los próximos 20 años.

Ante esta apocalíptica perspectiva, los mercadólogos de la industria de la anticoncepción, que agremia a los productores, desde la arveja entrepiernada hasta la cotidiana píldora, pasando por los métodos quirúrgicos y demás, ha hecho sonar las alarmas, pues si el semen se convierte en inofensivo, sus argumentos de venta pierden toda validez.

Pero, también los voceros de otras industrias han expresado su preocupación ante la pérdida de los mercados de productos como las cremas para la colita del bebé, los pañales, las compotas, los juguetes para estimular al recién nacido, las guarderías de párvulos y muchas otras más. Esto significará un duro revés para amplios sectores de la economía mundial, que se abocará a una crisis sin precedentes.

Esto ha llevado al conglomerado industrial de todos los países a armar un frente común para descubrir las causas de tan nefasta tendencia. Así, las comunidades religiosas han insistido en que nos enfrentamos a un castigo divino equivalente a las plagas anunciadas en el libro de las revelaciones, los ecologistas lo atribuyen a la debacle ambiental, los economistas y los profesionales de la informática exigen que se popularice el uso de las criptomonedas, otros lo atribuyen al creciente sedentarismo, la pérdida continua del hábito de la lectura y otras tantas elucubraciones, provenientes de las necesidades de cada mercado.

En la discusión ha intervenido el mundo científico para aclarar que es necesario tener en cuenta que la ubicación del escroto responde a la necesidad de producir y conservar los espermatozoides a una temperatura que sea al menos dos grados inferior a la del resto del cuerpo (en algunos hombres puede estar varios grados más por debajo, cuando el escroto es muy grande). 

La terrible situación que se avecina proviene de la costumbre que se ha adquirido de permanecer durante largos periodos con el computador en el regazo. Mientras el personaje utiliza de cualquier manera su equipo, por ejemplo, disfrutando el capítulo de la serie donde el rey mata a todos sus herederos para garantizar la conservación de la corona, las altas temperaturas producidas por estos dispositivos están fritando a los candidatos a ser sus hijos, sin remedio, con lo cual se pasa de la ficción a la realidad por transmisión de calor sin que el usuario se dé cuenta.

Obviamente, un espermatozoide frito tendrá la misma movilidad que la de una mojarra servida en Tolú en una hoja de bijao, lo cual se traduce en una ausencia total de nacimientos en el futuro, cosa que seguramente las mojarras van a valorar muchísimo.

En su nacimiento, la industria de la anticoncepción cifró sus esperanzas en una drástica reducción del número de nacimientos, pero, paradójicamente la población mundial se ha duplicado en los últimos cincuenta años. Las demás industrias ahora esperan que el “efecto laptop” se traduzca en un aumento de sus ingresos. Esperan que las tecnologías avanzadas como la clonación, el cultivo de células madre y otros desarrollos aún ni siquiera predecibles, les preserven el aumento de la población.

Las mojarras, en cambio, ansían que no vaya a pasar lo mismo que con la industria de la anticoncepción y que los espermatozoides fritos sean la solución al problema del crecimiento poblacional, por el bien de su especie.