Cuando se le va a caer no hay quien le pare eso
Si usted es calvo, no se angustie, no se deje acomplejar, ni lamente su pérdida de pelo. Usted es brillante, como resulta a todas luces; debe estar muy feliz y a continuación vamos a contarle por qué. Los astutos delfines, las laboriosas hormigas y todas las especies que demuestran formas evolucionadas de desarrollo, carecen absolutamente de pelos. Eso se denomina atricosis.
Se podría deducir entonces que los calvos son más evolucionados que el resto. Pero los calvos naturales, digamos los calvos de profesión, porque muy seguramente los skinheads no encajan en este grupo.
Evolución significa cambio con respecto a un estado anterior, derivado de la adaptación a unas nuevas condiciones del entorno y se espera que sea para mejorar. En el caso de los calvos es evidente que son más brillantes que los peludos, aun cuando no se enceren la testa.
Al menos eso es lo que afirma el profesor Billy Art Ballhead de la Universidad de Iowa, quien no tiene un pelo de tonto y ha estudiado durante muchos años a los alopécicos con la esperanza de encontrar algo que los reivindique con el mundo, ya que fracasó tratando de hallar un remedio para la caída del cabello y tuvo que concluir que definitivamente, cuando se le va a caer no hay quien le pare eso.
El ilustre y lustrado científico realizó diversos experimentos con dos clases de monos y confrontó unos chimpancés con un grupo similar de papiones, que no son exactamente calvos, sino rabipelados. Anteriormente, había intentado trabajar con águilas calvas como conejillos de indias, pero se encontró con que ellas se dedican a comerse a estos y para completar, como están casi extintas, no lo dejaron usarlas.
Luego de realizar con los monos diferentes pruebas de habilidad y destreza, encontró que no se puede concluir que los papiones sean más inteligentes que los chimpancés, tal vez, argumentó el investigador, porque no son calvos arriba sino abajo y, según está demostrado, la calvicie de abajo promueve comportamientos excesivamente animales en ciertas especies, como sucede con la humana.
El científico hizo algunos descubrimientos colaterales como que el papión y el hombre, son los únicos que atacan a sus congéneres sin una razón aparente, tienen sexo por placer, sufren del llamado alegrón de fundillo, practican la bisexualidad y son muy mostrones de sus partes nobles.
Billy Art, como buen cabezadura, estuvo revisando literatura fantástica y encontró que, según casi todos los tratados sobre vida inteligente, se ha especulado que hay seres evolucionados que han desarrollado tecnología que sobrepasa nuestras fronteras terrenales, la cual escapa a nuestro conocimiento y que ellos, son absolutamente calvos de todas las partes de su anatomía, aunque sí se ven más feítos que nosotros.
¿Cuándo ha visto alguien a un extraterrestre peludo? Todos son cabezones, calvos y más inteligentes que nosotros, a pesar de que en todas las películas pierden y terminamos echándolos del planeta. El único que se sale de ese esquema es Chewbacca, pero ese parece retrasado mental y ni siquiera se le entiende cuando habla.
Con tan profundos argumentos termina uno cuestionándose si realmente la pérdida de cabello repercute en el desarrollo del intelecto o será mejor recomendarle al científico un peluquín.
De pelos !!!
De pelos !!!