En 2019 se celebra todo esto que viene de atrás
Todo está encadenado. Aunque la historia del universo
empezó marcada por el caos y el desorden, miles de millones de años después del
inicio, unos átomos errantes chocaron entre sí y fueron apareciendo una serie
de elementos, deseados e indeseados, con los cuales se formaron, tanto La
Tierra, como un sinnúmero de cuerpos celestes. Y hace unos milenios apareció la
humanidad que, con sus desmanes y sus logros, ha llegado a lo que tiene hoy: tanto
unos cuerpos celestiales, como otros que no tanto.
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Cinco notables sucesos
determinaron el rumbo de la civilización actual:
El primero se dio en
el año 500 antes de nuestra era cuando
el griego Clístenes de Atenas inventó
la democracia, particular sistema de gobierno que rige este mundo y que
es el único que ha podido tenerlos a todos contentos, pues logra que quienes
gobiernan les hagan creer a quienes no lo hacen, que sí lo están haciendo y que,
además, los representan.
El segundo ocurrió hace
500 años: abandonó este planeta el
ilustre genio de las ciencias, la ingeniería y las artes Leonardo da Vinci, quien antes de su última cena se almorzó a una
mona que, aunque lisa, le dio una sinigual sonrisa mientras él le medía las
proporciones de su cuerpo para obtener una simetría tal de las formas, que es de
lo más admirado del globo.
El tercero
acaeció también hace 500 años: el conquistador Hernán Cortés cruzó medio mundo, llegó a América y se dedicó a la
piromanía deportiva, la cual inició con la quema de sus naves, continuó con la
de las ciudades aborígenes y terminó con la de los aborígenes.
El cuarto, casualmente se presentó también
hace 500 años, cuando el navegante Magallanes se descubrió y se bautizó su estrecho, mientras le daba la vuelta al planeta como electrón
a su núcleo.
El quinto tuvo
lugar hace apenas 403 años: murieron en simultánea Cervantes y Shakespeare y, por lo que se ve, se escucha y se lee hoy
en este mundo, parece que con ellos hubiese fenecido también el buen manejo de
la lengua.
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Parecía que las
cosas habían tomado un buen rumbo y por fin reinaba el orden, cuando otros cuatro
hitos le marcaron nuevos caminos al ir y devenir de la especie humana:
El primero se
debió al químico ruso Mendeléyev,
quien hace 150 años presentó la
tabla periódica de los elementos químicos, que se habían despiporrado millones
de años atrás y ahora aparecieron juiciosos y ordenaditos.
El segundo se vio hace 80
años, cuando apareció Batman en
el planeta y así la humanidad, que estaba de capa caída, recuperó la esperanza
de que se impusiera para siempre el orden mundial.
El tercero sucedió hace 50 años cuando Neil
Armstrong, recién destrabado de
Woodstock, salió del planeta y pisó La Luna, pero esta vez con el pie y la
NASA quedó en lo más alto.
El cuarto ocurrió hace 33
años cuando nació Internet y convirtió
este mundo, lleno de ordenadores, en una aldea virtual donde nada volvió a ser tan
ordenado como antes fue.
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Hasta dónde
puede llegar la humanidad gracias a Internet, se evidencia con tres sucesos, al
parecer sin relación directa entre sí, pero que resumen todos los anteriores y se
encadenan de una manera cómica y cósmica:
El primero se
dejó sentir hace 30 años cuando cayó
el Muro de Berlín, y con sus piedras
cayeron la guerra fría y las barreras entre los pueblos, a los cuales la
democracia pudo ahora hacer felices.
El segundo vio
la luz apenas hace 15 años cuando levantó
Facebook su democrático muro, al
estilo de un moderno muro de las lamentaciones, donde todos, felices e
infelices pueden registrar su vida entera.
Y el tercero, lo
estamos celebrando: hace tan solo 3 años
nació este blog, Pídase la otra que,
aunque a uno que a otro le saca la piedra, hay quien lo pone en su muro, lo
copia o lo reenvía y se ha convertido en una verdadera revolución en las redes,
solo porque unos X-men, aborígenes de
esta tierra chibchombiana, se decidieron como lunáticos, pero sin fumársela
verde, a utilizar piedras caídas del muro idiomático y a postear en la web
estas historias que esperamos que hayan logrado llevarle una que otra sonrisa a
nuestros lectores, quienes hoy se cuentan por miles, gracias a que los contamos
a cada uno, una y otra vez; la verdad, miles de veces.
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Desde hace tres
años, 2 adeptos a la química,
particularmente al etanol, se sientan en un bar a darles vida a estas páginas
donde sin pretender ser ni genios ni maestros, ni adelantados ni
conquistadores, describen historias ficticias y reales, formas celestiales e
infernales, creencias y descreencias, héroes y villanos y, ante todo, ejercen con
fervor su derecho a reírse del sexo oral, escrito, pues como decía el detective
Hunter, funciona para mí, o sea, cada cual puede tomárselo como le parezca.
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Lo que más
destacamos de estos tres años es la suerte que hemos tenido al poder transitarlos
sin haber recibido ni una demanda,
sin que nos hayan bloqueado desde la NSA y sin que el caos y el desorden se
hayan apoderado de la web hasta hacerla colapsar y convertirla en un infierno, debido a la congestión que
se produce una vez cada semana,
cuando ve la luz cada una de estas
entregas.
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Seguiremos
tentando a nuestra suerte, si podemos seguir contando con ustedes, nuestros
fervientes seguidores, a quienes, al mismo tiempo que les decimos gracias por
acompañarnos, les ofrecemos un caluroso ¡¡Salud!!! Por supuesto, insistiendo en
¡Pídase la otra!
