El dulce sabor del tocino
Si bien la mayor parte del tiempo que una
persona permanece despierta está en contacto con, en función de y/o pensando en
sus compañeros de trabajo, su jefe, sus clientes, etc., no está bien visto
(incluso, está prohibido) que se relacione afectivamente con ellos. Cualquiera
preguntaría: Entonces, ¿Dónde carajos voy a encontrar con quién relacionarme?
¿Cómo no le voy a hacer la vuelta a alguien si no es a quien está en el
cubículo de al lado? Esta paradoja la resuelve la tecnología informática
actual, al facilitar que se consigan sustitutos en sitios web especializados en
instaurar “Relaciones Interpersonales con Fines Amorosos” o RIFA, acrónimo que
resulta muy apropiado si se considera que la probabilidad de encontrar por
internet a su media naranja es bastante baja.
En
tales sitios se le sugiere al usuario o suscriptor que diga toda la verdad
sobre sí mismo(a). Que hable sin tapujos de sus taras, miedos y perversiones y
comente sobre sus cirugías recientes, las extirpaciones que le hayan hecho, el
forúnculo que tarde o temprano le van a conocer, la artrosis que le aqueja y
hasta de cosas aparentemente superfluas, como el pie de atleta o la halitosis
que pretende disimular.
Los estudios sobre el tema revelan que es mejor ser sincera(o) en estos casos y como dice el dicho, estar colorada(o) una vez y no pálida(o) el resto de su vida, lo cual resulta fácil porque al otro lado no le están viendo la(o) cara(o).
Los estudios sobre el tema revelan que es mejor ser sincera(o) en estos casos y como dice el dicho, estar colorada(o) una vez y no pálida(o) el resto de su vida, lo cual resulta fácil porque al otro lado no le están viendo la(o) cara(o).
En
lo que sí hay que poner especial cuidado es en las fotos que suba: que se vea
lo mejor posible (así le toque retocarlas), tenga cuidado de aparecer solo(a) a
menos que esté buscando tríos o lo suyo sea el poliamor y
no muestre más de lo debido o, mejor, que lo que muestre responda exactamente a
sus intenciones al ingresar a ese sitio web.
Y
ese precisamente es el otro aspecto a cuidar: el de sus intenciones amatorias.
¿Busca a alguien para una relación pasajera o está buscando el amor de su vida?
En el primer caso, debe describir claramente su(s) orientación(es) sexual(es),
el tipo de cosas que le gustan: cuáles, cómo, dónde y por donde y hasta los
mimos, palabras y juguetes que prefiere, pues todo eso les ayudará a los
posibles candidatos/as que le encuentren en la red, a enfocarse y a motivarse.
En el segundo caso, en cambio, que su futuro(a) compañero(a) sepa cambiar pañales,
le guste ir a misa, sea chistoso(a) y tenga estabilidad económica son factores
determinantes al describirse para sus eventuales parejas románticas.
Un
amigo de Cúcuta, nos comentó acerca de un aviso que encontró en una página de
citas y que, aunque le interesó, no le dejaba del todo claras las intenciones
de quien lo publica:
“Busco Sugar
Daddy, mayor de 55 años, amoroso, responsable, con sobrada solvencia
económica, que ame los niños (tengo tres) y sea generoso con ellos y conmigo.
No me importa si usa lentes o no oye bien, si padece de alguna enfermedad
crónica o terminal, si requiere cuidados especiales ni si toma medicamentos de
por vida. Soy una mujer de 30 años atractiva, bien criada y refinada, amante de
la buena vida y las cosas lindas, con excelentes contactos en el sector de
cuidados paliativos”
Nuestra
respuesta fue inmediata: Ella busca un marrano.