29 de octubre de 2016

¿ Bruja o Hechicera ?

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La diferencia entre una hechicera encantadora y una bruja espantosa son 5 años de matrimonio.
Para comenzar, una hechicera es una mujer que viste velo, baila bueno, huele mejor, sabe rico, hace pole dance o mejor, danza del vientre, muestra el ombligo, las rodillas y otras esquinas de su delicada piel y seduce con sus artes semiocultas. Normalmente aparece cuando hay un frasco de por medio, bien sea de licor que se bebe con uno o de perfume que se unta para uno. Le gustan las joyas (en realidad es una joyita), se le mide a cualquier paseo o fiesta, preferiblemente fuera del país y aunque no tiene pelos en la lengua (ni de ahí para abajo) no se mete en odiosos interrogatorios.

La bruja por su parte es adicta a las fajas, los faldones y la ropa interior que tiene algún relleno o levanta algo, bien sea por tensión o por compresión. Ya no baila ni trasnocha y prefiere estar subida sobre su escoba porque la obsesionan el orden y la limpieza. El único frasco que le gusta es el del limpiador líquido y su perfume favorito es el de lavanda, que viene en el mismo frasco. No come fuera, odia las minifaldas, persigue estrías, verrugas y pelos por todo su cuerpo y para que se le apunte a un viaje debe haber sido programado al menos con un año de anticipación. Se aficiona por telenovelas en las cuales aprende métodos de interrogatorio y conspiración que pretende practicar en su casa.

Lo curioso es que usualmente estos dos personajes se encarnan en una misma mujer y se encarnizan con una misma víctima.

Esta doble personalidad, para infortunio de las víctimas, no se manifiesta alternadamente, como en el caso del Dr. Jekill y Mr. Hide, ni tampoco en las noches de luna llena como sucede con los Licántropos. Más bien, como ocurre con Hulk, se ponen verdes, casualmente también por alguna rabieta, pero este color y esta forma ya no desaparecen sino que se van acentuando con el tiempo.

En la mitología popular abundan estos casos y en las cárceles también, fenómenos usualmente ligados por el infortunio. Veamos algunos de los más populares, que pueden servir de inspiración a futuras generaciones o, como mínimo, como ideas para la noche de Halloween:



La pata sola
La leyenda cuenta que una bella mujer atrae a los hombres, bien sea con quejidos lastimeros pidiendo auxilio o con su bella silueta dibujada entre las sombras. Es claro que la ubicación constituye factor preponderante porque si uno se da cuenta que le falta una pata, ni se le acerca. Una vez el incauto, desprevenido y medio cegatón vaquero está lo suficientemente cerca, la bella mujer se transforma en una fiera que acaba con el pobre hombre. ¿Suena conocido?




La llorona

Esta es una mujer que vaga por el bosque asustando a la gente con sus quejidos y carga un bultico que parece ser su bebé. Ya está en modo bruja, pero llegó a ese estado después de ser la mujer de un capitán de la guerra civil, a quien le fue infiel con un soldado y de ahí, el bultico. Como disfraz, es el más sencillo: sólo hay que salir desaliñada de la casa, digamos después de hacer aseo general, envolver un cojín en un chal y ponerse a berrear (como quien sale a comprar pan para el desayuno, con piyama, chancleta y rulo). Es probable que no gane el premio al mejor disfraz, que nadie la saque a bailar y que la música se le tire la mejor parte del disfraz, pero fácil si es.




La madre de agua
Esta era una mona (rubia) de ojos azules que enamoró a un nativo durante la colonia, tuvo un hijo con él y luego la desgracia combinada con la envidia produjeron la venganza de su padre español, quien le arrebató a la nena sus dos amores (el grande y el chiquito). Hasta ahí dice uno, ¡qué tragedia! Pero entonces, surge la bruja que en las noches junto a los ríos y quebradas, atrae con sus encantos a los hombres, que nada tuvieron que ver con su infortunio y los ahoga en las aguas del charco, río o alberca más cercanos. ¿No es esta una bruja infeliz, como tantas otras? Recomendación: si alguna mujer se ofrece a bañarlo, ¡niéguese rotundamente! (usted jamás podrá saber si ella está en modo bruja o hechicera)


La muelona
Esta era una gitana vagabunda y hermosa, rara y muy valorada combinación, quien montó un próspero negocio en el que atendía caballeros de todas las clases y estirpes, ofreciéndoles sus encantos y los de otras jovencitas a cambio de unos reales. El negocio más viejo del mundo. Nuevamente la envidia y la ambición hicieron contubernio y la dama en cuestión fue despojada de sus bienes y eliminada. Obviamente, surgió la bruja: "dicen que es una mujer bonita de largos cabellos y electrizantes ojos que atrae a los hombres, preferiblemente borrachos, mujeriegos, infieles, jugadores y perversos (como casi todos los hombres, pero acá se refieren a sus antiguos clientes) y los destroza con sus descomunales dientes de animal". La recomendación procedente es que cuando vaya por parajes solitarios entre las nueve de la noche y las tres de la mañana, tenga ensayado, preparado y listo un buen chiste y se lo cuente a la muchacha que se le aparezca. Si ella le muestra una dentadura poco común o anormal, se lo quiere comer, ¡salga despavorido! (en contra de sus instintos). Eso si, procure que el chiste sea realmente bueno y mire bien, no se vaya a asustar por una caries o porque un colmillo se vea más largo que otro.



La diosa Chía
También conocida como Huitaca, era la protectora de las fiestas, algarabías y rumba en general: una especie de casquivana aborigen. Para variar, la dama era bellísima, coqueta, descomplicada y graciosa (la hechicera) pero luego se convirtió en la luna y se volvió malvada, acechando a los hombres en las noches y acosándolos (la bruja), convertida en lechuza, atacando a sus víctimas con sevicia y con el pico, es decir, los cogía a picos y obviamente, esto siempre termina mal para el incauto que cae en el pico y las garras.

Kushisake-Ona
Traspasando los límites de nuestra geografía encontramos en Japón a esta hermosa mujer que deambula por las calles, utilizando un tapabocas (algo muy común en ese país debido a los altos niveles de contaminación) y atrayendo a los hombres, para luego descubrir ante ellos una horrenda cicatriz que constituye una prolongación de sus labios. Quien se asusta o se escandaliza es decapitado, por la sujeta, con unas enormes tijeras (que seguramente guarda dentro del bolso y por eso nadie se da cuenta de que las lleva). El que no se asusta ni se escandaliza, es ciego o grillero de profesión, pero sale vivo del infortunado encuentro.



Xtabay
Esta es una antigua leyenda Maya que ha llegado hasta nuestros días y parece un copy/paste de las ya mencionadas y otras muchas de diferentes países. Dice esta leyenda que Xtabay es una mujer inmensamente bella que suele agradar al viajero que por las noches se aventura en los caminos del Mayab. Sentada al pie de la más frondosa ceiba del bosque (árbol sagrado maya), lo atrae con cánticos, con frases dulces de amor, lo seduce, lo embruja y cruelmente lo destruye. (¿Conoce a alguien que le haya sucedido algo así?) Los cuerpos destrozados de esos incautos enamorados aparecen al día siguiente, colgando de un árbol, con las más horribles huellas de chupadas, rasguños, mordidas y laceraciones y con el pecho desgarrado por las uñas de la fiera. Cuando la víctima no perece, sino que aparece, se enfrenta a una condena peor: tener que explicarle a su mujer qué fue lo que sucedió y cómo obtuvo esas cicatrices de guerra.


Bai Suzhen
Los chinos tienen su hechicera convertida en serpiente blanca, que se traga enterito al incauto (en principio podría sonar muy provocativo, pero no: la cosa se pone fea). Imaginamos que difícilmente un tierno oso panda pudiera ser una mujer convertida en bruja. Los chinos también, así que se buscaron el animal local más temido (o sea, la mujer). El tema de que el monstruo se lo traga entero le da un cierto aire de romanticismo al cuento y nos trae a la memoria a la muelona nuestra.




Podemos recorrer culturas y creencias por doquier y siempre veremos cómo el patrón se repite en todas ellas; si bien cambian la rubia, la bruja, el arma, el animal o la técnica, la víctima siempre es la misma: el sufrido hombre que, seducido por la belleza, encuentra en ella su perdición, bien sea porque es destrozado o de todas maneras, muere en el intento o porque después debe llegar a su casa y dar explicaciones que empiezan y terminan con el famoso “no me lo vas a creer”. 

7 comentários to “¿ Bruja o Hechicera ?”

  • 29 de octubre de 2016, 9:46 p.m.
    Luz Angela says:

    A la “bruja” y/o “hechicera”, se le ha atribuido siempre poder, adjudicándoles misterios de la vida. El tan conocido y enunciado chiste machista, aduce que la diferencia “son cinco años de matrimonio”. ¿Cuál escogería el hombre para el día? … ¿Cuál escogería para la noche?. ¡Este sí que ha sido un gran dilema!. Sin embargo, la pregunta que debió responder el Rey Arturo según cuenta la leyenda, era: ¿Qué es lo que desea realmente una mujer?. Es aquí, cuando debemos recordar que los hombres siempre han temido el “peso del matrimonio”. Pero la mujer puede ser bella tanto en el día, como en la noche, también puede ser fea en el día y bella en la noche, o bella en el día y fea en la noche, o … fea, tanto en el día como en la noche. Y puede ser, cuando le dejan escoger. Cuando no le obligan, cuando no le imponen, cuando respetan sus sentimientos, cuando le aman y cuando no le olvidan.
    ¿Qué es lo que desea realmente una mujer? ¡Quiere el dominio de su propia vida!. ¡Que le permitan escoger!. Y el rey concedió a Arturo su libertad, cuando escuchó esta respuesta, porque no debe olvidarse lo que implica la integridad entre el espíritu y la materia, lo que realmente es la esencia. Pero Gaiwan, que era un hombre noble, pudo ver su esposa hermosa siempre. Porque ante nuestros ojos, tanto la “bruja” como la “hechicera” … puede estar en cualquiera. La diferencia está en un la compañía de un hombre noble e integro, que asuma el riesgo de amar sinceramente.

  • 29 de octubre de 2016, 10:08 p.m.
    Luz Angela says:

    http://www.casadellibro.com/libro-pero-que-es-lo-que-quieren-las-mujeres/9788424114671/1171286

  • 30 de octubre de 2016, 5:26 a.m.
    Unknown says:

    Pienso que el artículo muestra solo un lado negativo de las mujeres. No pretendo ser redentor pero sería interesante leer también esa parte "oscura" de los hombres . En mi opinión la diferencia entre hechizero y brujo, la mayoría de veces, son solo 5 cervezas. No voy a centrar mi discurso en ese punto pero si en que la relación entre hombres y mujeres se convirtió en una competencia. Por un lado, la mujer con su deseo indomable de parecerse al hombre, desdibuja su belleza, ternura y compasión. Por otro lado, el hombre con su deseo poco racional de mantener su poder frente a la mujer, desdibuja su pasión, creatividad y su emoción. Esta competencia produce un distanciamiento marcado entre unos y otros. Acá lo más fácil es que los hombres le echemos la culpa a las mujeres y visceversa, con eso "todo arreglado". Los hombres debemos asumir lo que nos corresponde y de pasada, las mujeres también . La ecuación es simple:
    Hombres despreocupados por mujeres + mujeres despreocupadas por hombres = acabose.
    Quisiera seguir leyendo humor más reflexivo. MAC

  • 30 de octubre de 2016, 5:28 a.m.
    Unknown says:

    Pienso que el artículo muestra solo un lado negativo de las mujeres. No pretendo ser redentor pero sería interesante leer también esa parte "oscura" de los hombres . En mi opinión la diferencia entre hechizero y brujo, la mayoría de veces, son solo 5 cervezas. No voy a centrar mi discurso en ese punto pero si en que la relación entre hombres y mujeres se convirtió en una competencia. Por un lado, la mujer con su deseo indomable de parecerse al hombre, desdibuja su belleza, ternura y compasión. Por otro lado, el hombre con su deseo poco racional de mantener su poder frente a la mujer, desdibuja su pasión, creatividad y su emoción. Esta competencia produce un distanciamiento marcado entre unos y otros. Acá lo más fácil es que los hombres le echemos la culpa a las mujeres y visceversa, con eso "todo arreglado". Los hombres debemos asumir lo que nos corresponde y de pasada, las mujeres también . La ecuación es simple:
    Hombres despreocupados por mujeres + mujeres despreocupadas por hombres = acabose.
    Quisiera seguir leyendo humor más reflexivo. MAC

  • 2 de noviembre de 2016, 9:30 p.m.
    Pídase la otra says:

    MORALEJA: Hombres, nunca olvidemos que la Mujer siempre quiere ser la soberana de su propia vida. Mujeres utilicen su soberanía con sabiduría, mansedumbre y amor.

  • 2 de noviembre de 2016, 9:35 p.m.
    Pídase la otra says:

    Hombres, nunca olvidemos que la mujer siempre quiere ser la soberana de su propia vida. Mujeres utilicen su soberanía con sabiduría, mansedumbre y amor.
    Nos parece, Marino, que este artículo te hizo reflexionar mucho. ¿Le encontraste humor?

  • 3 de noviembre de 2016, 7:37 p.m.
    Unknown says:

    La reflexión es el resultado del análisis de determinada información. En mi opinión la información suministrada en el artículo, no se argumenta del todo una reflexión. En mi opinión tanto escritores como lectores deben generar una reflexión. El humor debe comenzar antes de pedirse la otra...salud!

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