Houston, no problem
Un acaudalado japonés que ya no encuentra en qué más gastarse la plata, como le pasa a casi todos los súper billonarios, se compró diez tiquetes, es decir, todos los que había disponibles, para el primer viaje turístico a la Luna, ideado por otro súper billonario que sí sabe bien cómo es que se gasta la plata: haciendo cohetes y vendiéndoles tiquetes a quienes tengan cómo pagarlos.
Pues, el tal japonés ha decidido utilizar los tiquetes comprados, invitando al paseo a nueve pasajeros, con todos los gastos pagos, pero se dará el gusto de escogerlos a su gusto, entre todos los habitantes de este planeta que estén interesados en acompañarlo. Solo les exige que se inscriban en un sitio web, con el relleno de unos pocos requisitos, que les contamos a continuación:
El primero es no sufrir de temor a las alturas. Para certificarlo, el aspirante debe adjuntar una foto en la cual aparezca en el sitio más alto donde haya estado. Un algoritmo de Inteligencia artificial analizará la expresión facial que muestre el aspirante en la foto y determinará si cumple con este requisito, para que pueda pasar a la siguiente etapa.
NOTA: Antes de usar su foto, revise bien que no haya salido como si fuera a dar a luz un alienígena por el ombligo y tenga en cuenta que no habrá montajes ni Photoshop que valgan: el algoritmo lo va a descubrir. Evítese una osa mayor.
El segundo requisito es ser capaz de soportar aceleraciones de 5 g o más durante un largo periodo, para pasar de la gravidez a la ingravidez. Si usted no es un piloto de avión de combate o astronauta (profesiones que han sido declaradas fuera de concurso), debe demostrar su gusto por las montañas rusas, pero de las berriondas, de esas en las que a usted lo suben muy alto, a más de 150 metros y lo despachan a más de 130 kph y cuando ya se ve estampillado contra el piso, sufre un giro repentino de 90 grados. Probablemente ahí ya se entera de lo que significa 3 g. Debe certificar que se ha subido al menos a una de estas adjuntando evidencia probatoria. Si no ha estado en ninguna de ellas, aún puede hacerlo antes del cierre de la convocatoria y, de paso, cuenta con el tiempo y el espacio para meditar y decidir si sería capaz de soportar tales sacudidas, pero durante unos 10 minutos seguidos.
Este es el listado de las montañas rusas más tesas, aprobadas para esta convocatoria:
Superman, en Six Flags, New England, EEUU
Voyage, en Holiday World, Maspalomas, España
El Toro, en Six Flags, NJ
Coloso retorcido, en Six Flags, FL
Venganza de acero, en Cedar Point, Sandunsky, OH
La cerdada mayor, en New Mountain, Escocia
Major Shit Road, en Universal, CA
Je m’ais cagué, Elion Champs, Lyon, Francia
NOTA: Estas pruebas, también serán procesadas por el dichoso algoritmo.
La tercera condición es certificar que el aspirante no se marea ni se vomita en viajes largos. Este es un requisito muy importante, pues la nave no lleva bolsas para el mareo y, de encime, no hay cómo deshacerse de ese tipo de desperdicios en el espacio (los demás, sí son reciclados allá). Se debe demostrar que se han hecho al menos cinco viajes de más de 500 km en una flota del tipo Expreso Vomitariano o en un automóvil de los que suben de cero a 100 kph en menos de 5 segundos y se debe adjuntar para cada uno un examen, reportado por un laboratorio certificado, en el cual se demuestre que el aspirante no tiene trazas de mareol ni presenta hernia abdominal por exceso de pujos.
Los aspirantes que superen estas tres etapas iniciales deberán presentar un sencillo examen en el que se indagarán, entre otras cosas, los motivos por los que desea hacer el viaje. Muy seguramente habrá preguntas relacionadas con el consumo de propulsor por unidad de tiempo de un cohete, la velocidad de escape para vencer la fuerza gravitacional y el cálculo del aumento de presión de una tormenta geomagnética ocasionada por un viento solar. Si usted habla inglés, algo de ruso y es capaz de recitar de memoria un poema en japonés, tendrá mayores probabilidades de ser seleccionado.
Según los estudios previos, realizados con analítica de datos masivos, se estima que podrán demostrar ser aptos para el viaje solo unos 159,5 terrícolas (¡hay un enano!), pero como sabemos que dentro de nuestros lectores en todo el planeta hay varios lunáticos, consideramos pertinente enterarlos de esta oportunidad única e irrepetible, por si no la habían visto, por andar en la luna.
Ficción y realidad, como la música popular a unos les gusta y a otros no así la narrativa populachera que persiste en el blog