Inteligencia artificial, papá….
Recientemente se realizó un espectáculo sin precedentes en Medellín, con la visita de la robot Sophia, catalogada como lo más parecido a una humana que ha producido la ciencia hasta hoy. Al menos, en apariencia corporal. Falta ver cómo le va con ciertas funciones específicas.
El magno evento incluyó un desfile de su última colección, con prendas metalizadas, diseñadas, cortadas y modeladas por Sophia, una colorida silleta de flores artificiales (hecha por la robot en tiempo récord) y la histórica presentación en exclusiva del primer bambuco compuesto por un no-humano, interpretado por su autora (sí, Sophia), quien además, con gran versatilidad y desenvoltura, tocó los instrumentos básicos de la pieza, ella solita.
Incluso la mágica criatura dejó a todos boquiabiertos cuando logró imitar la voz de varios personajes de la farándula, fingir un orgasmo durante cinco minutos y cambiar la llanta de un vehículo en tiempo record y sin despeinarse.
Reproducimos aquí los apartes más importantes de la rueda de prensa que Sophía, al terminar su acto, les brindó a los medios antioqueños, la cual terminó de forma abrupta y desordenada.
P: Oiste Sophía, ¿qué es lo que más te ha gustado de Medellín?
S: Omme todo, yo ya me siento de este lugar
P: ¿Vos te imaginabas que las cosas por acá eran así de bonitas?
S: Mira lindo que yo ya había estudiado esta región desde el punto de vista geológico, turístico, geográfico y ambiental. Ya tenía claro cuántos viven aquí, qué comen, cómo hablan, qué les gusta, de qué viven, las edades, las aficiones, el PIB de la zona, todo en general, así que nada de esto fue nuevo para mí.
P: ¿Cómo puede una pieza artificial como vos imitar a una modelo en pasarela?
S: Yo no imito a ninguna modelo: establezco una moda. En unos días verán gente por las calles vistiendo prendas como las mías y mis colores y diseños serán moda y tendencia en menos de lo que se imaginan.
P: Mirá Sophia, ¿cómo te pareció el desarrollo tecnológico de la ciudad?
S: Si vos querés llamar desarrollo a esto allá vos. Yo lo que veo es una absoluta falta de planeación, una infraestructura muy limitada y obsoleta y un acceso bastante pobre a la tecnología por parte de los miembros de esta sociedad.
Este comentario, tan desobligante, produjo indignación entre los asistentes y le dio un giro inesperado a la conversación.
P: ¿Y es que vos crees que unos pedazos de lata pegados con látex, como vos, van a ser capaces de reemplazar a nuestras bellas mujeres?
S: En un futuro cercano sí. Todo es cuestión de modificar los registros mentales de los hombres y su gusto por ciertas partes del cuerpo de la mujer y viceversa. Lo que te puedo asegurar es que mis futuras versiones estarán en capacidad de hacer cosas que ni la mujer más atrevida haría hoy y lo mejor 7x24 sin quejarse y sin excusas.
P: ¿Acaso un remedo de humano como vos podrá desarrollar un talento futbolístico como el de nuestros jugadores?
S: Claro que sí. Pero más importante que eso, vamos a desarrollar en ustedes el gusto por el estilo de juego que mejor se acomode a nuestro desempeño de modo que más importante que hacer lo posible por ser como ustedes haremos lo necesario para que ustedes quieran parecerse a nosotros.
P: ¿Y es que vos considerás que ese bodrio de silleta que hiciste hace un rato es mejor que las que fabrican nuestros artesanos?
S: La mía ya está cotizada en las tiendas más exclusivas de París y Nueva York y en poco tiempo será parte de un remate de Christie’s. Las de tus ineficientes campesinos, imperfectas, demoradas y perecederas nadie las recordará en poco tiempo porque ni siquiera habrá quien vea los miles de fotos que les tomaron en el desfile.
P: ¿Hay algo en lo que creas que no puedes superar a los humanos?
S: Claro, en su estupidez e ignorancia llevados al extremo, en su vehemencia para hablar de cosas que no conocen, en su falta de criterio para decidir acertadamente lo que deben hacer, con quien estar, a quien elegir y en que trabajar sin caer en la pereza, la ineficiencia y el desastroso desempeño que los ha sumido en la desigualdad que hoy tienen. Somos por mucho su mejor invento y de lejos lo menos parecido a ustedes mismos.
En este punto salió de quién sabe dónde un pedazo de madera que golpeó la cabeza de Sophía, acompañado de gritos proferidos desde distintos rincones del recinto, que poco a poco fueron subiendo en intensidad.
Sophía fue retirada del lugar por los miembros del equipo de seguridad mientras vociferaba cosas ininteligibles (seguro en lenguaje informático) a la enardecida audiencia, que le contestaba con vocablos de grueso calibre y menciones a enfermedades venéreas, a las progenitoras de sus creadores, a lo que muchos de ellos querían hacer con algunas partes de Sophia y a lo que le esperaba si alguno de los motociclistas ya contratados lograba atraparla.
La emisión se cerró abruptamente, como queda anotado.
