Con frecuencia escuchamos que, para no
aparecer como ignorante, como persona de poco mundo o como un simple ramplón
arribista sin gusto, es necesario armonizar lo que uno se quiere comer con lo
que se está bebiendo (o se ha bebido, porque, si ya se bajó una botella de
embellecedor, esa la puede combinar con cualquier gurre). Esto es lo que se llama
maridaje.
Esta correspondencia, que usualmente se
refiere a sólido y líquido, se ha extendido también a sólido con sólido y
líquido con líquido, además de otras combinaciones más complejas como marido y
mujer. Ésta última, curiosamente, se denomina matrimonio.
Según la RAE estos términos se definen así:
·
Maridaje = Unión íntima o
armoniosa de dos cosas entre sí.
·
Matrimonio = Unión de dos personas
mediante determinados ritos o formalidades legales.
Con base en esta similitud, que no es solo
semántica sino conceptual, podemos realizar un matrimonio entre los dos términos
(o un maridaje), obteniendo:
Matridaje = Unión íntima y armoniosa de dos cosas
o de dos personas entre sí, mediante ciertas formalidades legales.
Pero, al utilizar la gastronomía criolla
buscando ilustrar el término matridaje, hemos encontrado una nueva definición.
Así que veamos algunos ejemplos:
Ella, muy conocida, se ha enredado con un
verdadero marrano. El exceso de grasa puede producir daño al corazón, pero esta
combinación bien vale la pena el riesgo, más aún, considerando que, sin él,
ella se vería solitaria, simple y desabrida, poco apetecida. Este es un
matridaje facilitador.
Pasta con pan
Es la combinación de
sólido con sólido por excelencia, pues son lo mismo de lo mismo, solo que, con
diferente tipo de cocción, por lo cual es difícil explicar qué móviles llevan a
este tipo de unión. Digamos que es un matridaje homosexual.
Queso con bocadillo
Aquí se juntan la dulzura, la frescura y el
olor de la guayaba morena, con él, blanco, duro y húmedo, más bien salado, para
ofrecer un contraste que estimula los sentidos.
Arroz con huevo
El arroz es lo más comido en todo el mundo y el
ansiado huevito siempre sirve para reanimarse. Es la combinación más exitosa
que se conozca y es aplaudida por todos y en todas partes. Es el matridaje
universal.
Cerveza con colombiana
La dulce, colorida y alegre colombiana acepta
ese amargo espumoso para producir esta chispeante y refrescante unión de
líquido con líquido. Esta combinación tan consumida, marida con muchas comidas
típicas de muchos matrimonios típicos colombianos.
Lechona con insulso
Esta es una combinación nada común, pues la
grasa la pone ella y, como era de esperarse, él es un completo insulso. Hay
quienes prefieren concentrarse en comérsela a ella, mientras se olvidan de la
existencia de él.
Empanada con ají
Ella está envuelta en una capa dura y grasosa
que él debe romper con fuerza, colocándole el picante necesario para que pueda
ser comida sin remordimientos. Este es un matridaje que se encuentra en muchas
esquinas de muchas ciudades.
Pan con mantequilla
No hay manera de resistirse a un buen pan. Sobre
todo, cuando está bien caliente, que es cuando ella se derrite ante su calor,
terminando ambos fundidos. Es un matridaje irresistible.
Galleta con chocolate
Ella, delgada y
crocante, responde al menor contacto. Él, sólido pero suave y dulce, la cubre
por completo formando una inconfundible mezcla, colorida y sabrosa. Sirve para
introducir a los niños en el mundo del matridaje.
Estos ejemplos nos permiten llegar a una nueva
definición:
Matridaje = Unión íntima y amorosa de dos que
se comen como uno solo, previsto que se haga en forma armoniosa, con plena
conformidad y deleite.