una
región finita del espacio en la que cabe cualquier cosa.
Un agujero negro es una pequeña región del espacio donde se
concentra una cantidad de masa tan enorme, que genera un campo gravitatorio
gigantesco, del cual ninguna partícula, ni siquiera la luz, puede escapar. Un agujero
negro es entonces, la gravedad llevada hasta el máximo límite posible. Y hay un
misterio total sobre lo que puede haber en su interior, sobre si es una puerta
a un universo paralelo o a otra dimensión o inclusive, un paso a los viajes en
el tiempo, tan añorados por todos. De lo que poco se habla es de su equivalente
acá en la Tierra.
Vamos a hablar del agujero negro de la mujer. No de lo que ciertas
mentes deformadas puedan imaginar, sino de su bolso de mano. Veamos las
asombrosas similitudes que hacen que este accesorio sea tan equiparable al
agujero negro que plantea la astrofísica:
· Son negros, por dentro o por
fuera o ambas.
· Son espacios finitos claramente
delimitados (aunque unos bolsos son más finitos que otros).
· No se ajustan a ningún
razonamiento espacial, ni siquiera el de un experto en tetrix.
· Contienen cantidades
increíbles de masa, de diversos orígenes.
· La ciencia no ha logrado
establecer cuál es su contenido exacto.
Diseñamos entonces una prueba piloto con un grupo de mujeres,
estadísticamente representativo, que nos permitió encontrar los siguientes
objetos en esa muestra:
• Celular, con su respectivo cargador. Usualmente está al fondo, en
un compartimento inferior con cremallera, por lo cual es común que la dueña no
lo oiga (y, claro, no lo conteste).
• Bateria adicional para el celular. Nunca la usan porque siempre hay alguien
dispuesto a prestarles un cargador.
• Audífonos alámbricos blancos. Usualmente no los usan, pero están
ahí, por si acaso se les ocurre escuchar alguna emisora de radio en el celular.
• Memoria USB. Contiene información cuya dueña nunca revisa (hasta
el punto que los virus se aburren y se inhabilitan).
• Probador de billetes en forma de bolígrafo. Nunca lo utilizan y
sólo recuerdan que lo tienen cuando ya es tarde y les han metido uno chimbo.
• Bolígrafos (2, 3 o más). Comúnmente no encuentran ninguno y
terminan pidiendo otro prestado. Por eso hay 2, 3 o más, que nunca le prestan a
nadie, para que no se pierdan.
• Grapadora pequeña, con sus ganchos, por si algún día hace falta.
• Tarjetero con tarjetas de presentación propias y ajenas. Por lo
regular reparten las ajenas.
• Gancho para colgar el bolso, por si
no hay uno en la mesa del restaurante. Como lo usual es que no busquen ni el de
la mesa ni el del bolso, éste siempre acabará en el canto o en el espaldar de
la silla.
• Pinza para el pelo, conocida comúnmente como caimán, junto con una
bamba elástica, por si hay que acudir a una cola rápida o el caimán se rompe.
El caimán es de uso frecuente, así que se rompe con regularidad.
• Crema hidratante para las manos, para hidratarse las manos más o
menos cada media hora.
• Protector solar UV con FPS 40 o superior, para evitar el efecto de
los rayos solares. Se acompaña de un bronceador, para aprovechar los rayos
solares.
• Gafas de pelo. Lentes oscuros que normalmente no van sobre los
ojos sino sobre el pelo. Por supuesto, con su correspondiente estuche.
• Corta-cutícula y Cortaúñas. Para cuando se venga una cutícula o se
vaya una uña y haya que repintar y reacondicionar todas las uñas de nuevo,
eliminando la odiosa cutícula.
• Dos limas para uñas. Una metálica y otra de cartón. La de cartón
se rompe muy fácilmente y entonces entra en acción la metálica, que es más
resistente.
• Tres frascos de esmalte. Uno blanco, otro igual al que se está
usando ese día y el de reparar las medias.
• Removedor de esmalte. Para cuando se va una uña y es necesario
retirar el esmalte y repintar. (Lo cual sucede como cinco veces al día).
• Paquete de curitas. Por si no se pudo reparar alguna uña, propia o
ajena.
• Perfume. Para oler rico en todo momento. Normalmente lo frotan en
las manos y se lo aplican sobre el cuello, detrás de las orejas, en el pelo,
los brazos, el escote, el ombligo, debajo de la falda, sobre la chaqueta y sobre
el bolso.
• Paquetico de diez clínex. Por si hay que llorar por algo o hay que
entrar a un baño público (mayores detalles en mionatour)
• Gel antibacteriano, para no tener que lavarse las manos en un baño
mugriento.
• Manojo de llaves pegadas a un llavero. Usualmente en un número no
inferior a treinta unidades.
• Sombrilla plegable con su forro. Por si llueve o por si el sol
está muy picante.
• Cosmetiquera. Que a su vez contiene: espejo, polvos, brochas,
pinceles, depilador, dos juegos de sombras, dos tubos de pestañina (colores distintos),
dos labiales, dos delineadores líquidos, seis lápices para ojos y dos para
labios, dos lápices para cejas, tajalápiz, encrespador de pestañas superiores e inferiores, rubor y al menos dos brillos. No hay consenso sobre por qué
suele haber dos unidades de cada cosa, pero se deduce de las respuestas de
nuestras encuestadas, que es por si una falla o, de todos modos, por si las moscas fly.
• Billetera. Contiene al menos los siguientes elementos: cédula de
identidad, pase de conducir, carnet de la EPS, carnet de la pre-pagada, carnet
de la ARP, carnet de la caja de compensación, tarjeta de Transmilenio (así tenga
carro, pero por si acaso), tarjeta de Cine Colombia, tarjeta Supercliente de Carulla,
tarjeta del Éxito, tarjeta débito del banco, tarjeta de crédito del otro banco,
certificados de votación de las últimas cuatro elecciones, fotos de la hermana,
los hijos, la mamá, los sobrinos y, en raras ocasiones, del marido. Billete de
500 quetzales o de un rublo, como recuerdo de un viaje, boleta con la cual
entró al concierto de Carlos Vives de hace seis años, escobita de la suerte, estampa
de una virgen o algún santo. ¡Ah! y billetes y monedas de uso común (lo que los
bancos denominan efectivo).
• Papel de chocolatina, que tiene un valor sentimental especial
• Flor marchita, que tiene un valor sentimental especial.
• Foto vieja y desactualizada de alguien, que no tiene ningún valor
sentimental especial, sino solo un valor sentimental.
• Aguja e hilos. Normalmente en ataditos de los colores más comunes:
negro, blanco, azul, rojo y verde oscuro. ¿Qué tal se afloje el dobladillo o se
caiga un botón estratégico?
• Secador pequeño y mini-plancha para el pelo. Por si llovizna o
llueve y se necesita recomponer el pelo o por si le pasa eso a alguna amiga.
• Pastillas para el dolor de cabeza, anticonceptivas para mantener
la tranquilidad y para el día después por si se olvidó tomar la anticonceptiva,
para los cólicos, la migraña y la gripa y para el mal aliento (Halls).
• Botilo para el agua. Por si hay que tomarse alguna pastilla.
• Kit de aseo bucal (incluye cepillo dental, seda dental, crema
dental y enjuague bucal). Para antes de comer y para después de comer.
• Spray para el mal aliento, por si no hay tiempo de cepillarse los
dientes o de meterse el Halls.
• Dulces. Por si se acabó el spray para el aliento y no hay tiempo
para cepillarse los dientes.
• Bolas chinas. Solo por aquello de innovar.
• Fruta. Por si el hambre ataca y no hay un marrano cerca.
• Pequeño tarro plástico con galletas dietéticas. Por si se daña la
fruta.
• Cigarrillos (medio paquete), encendedor y ambientador para no oler
a cigarrillo (solo si es fumadora).
• Pashmina. Por si hace frío.
• Tampones (o toallas, según preferencia) y protectores, por si se
presenta alguna emergencia, propia o ajena (las mujeres y su solidaridad de
género).
• Tiras para el brassiere, por si se necesita cambiar de atuendo de
imprevisto.
• Un paquete de medias veladas, por si se van las actuales.
• Un par de zapatos planos o de baletas, por si hay que caminar
largos trayectos o tocó ir donde roza.
• Aretes de repuesto, por si los que trae puestos se caen (siempre
le pasa al menos a uno) al enredarse con el saco, la corbata o el pelo (de él).
Como parte de nuestro estudio, será muy interesante que nuestros
lectores nos envíen otros ítem que no hayan sido incluidos en este listado y
que hayan encontrado con frecuencia en el agujero negro de su pareja, ocasional
o habitual.