Contrario a lo que todos piensan, el fútbol americano, el que practican los estadounidenses, no es el mismo que jugamos los americanos del resto del continente. Entonces, ¿por qué lo llaman fútbol y americano?
Tuvimos que esperar un siglo para ver por primera vez que se juegue un campeonato de futbol americano en Estados Unidos. Porque los gringos llaman FootBall a un deporte que se juega esencialmente con las manos (bueno y los hombros, codos, cabeza, dientes, ¡todo menos los pies!) mientras que nuestro soccer sí se juega con los pies (bueno y los hombros, codos, cabeza, dientes, ¡todo menos las manos!); es más: meter la mano es falta y se penaliza, a menos que lo hagan el arquero o el juez. En Estados Unidos en cambio, hay uno que patea de vez en cuando a un arco inmenso al que cualquiera de los nuestros, podrían hacerle un gol, máxime considerando que no hay portero.
Adicionalmente,
el FootBall Americano sólo lo juegan los Canadienses, Estadounidenses y
Mexicanos, pero el continente bautizado en honor a Don Américo va desde Alaska
hasta La Patagonia, así que sería más apropiado denominarlo HandBall Mexicanusa
y la NFL debería ser NHC, para no confundirla con la Liga de Hockey. (La C de
Confederation, como hacemos nosotros con las ligas de ellos. ¡Que nos copien una, caray!).
Obviamente,
con la forma de ese balón y la agigantada indumentaria es comprensible que hayan
preferido llevársela con la mano que patearla y aunque existen casi el doble de
jueces, todos vestidos de rayitas (nos les adelantamos con el tema del color), es
difícil imaginarse cómo determinan la mala intención, el fuera de lugar, el
contacto indebido, la simulación, el hueso roto, la caza de la carne y no de la
bola, el riesgo inminente de gol o la respuesta airosa y desproporcionada que
detectan con olfato casi infalible nuestros coloridos jueces, que como ya quedó
demostrado en la primera copa américa del continente, no necesitan de ayudas
técnicas que además, no saben manejar.
No
faltará quien diga que en la parte sur del continente juegan también la versión
pobre denominada Rugby, aunque vale decir, que sin ninguna protección se hacen
menos daño que los actuales jugadores del mal llamado FootBall y que las barras
bravas del soccer nuestro.
Ahora,
la palabra soccer resulta de una abreviatura de Association, "soc" y la
terminación "er" que en inglés significa hombre de, es decir, soccer
se traduce como "asociado", un nombre genérico que no
guarda ninguna relación con el deporte en cuestión, puesto que puede aplicarse
al que juega tejo, ping pong, ajedrez o, como en el caso del equipo de fútbol
de Argentina, gimnasia y esgrima.
Pero
incluso ya españolizamos el anglicismo y la real
academia acepta como válida la denominación de fútbol para el deporte que
conglomera a nuestras naciones americanas. Cabe resaltar que en los
demás continentes, diferentes al americano y comenzando por sus inventores, los ingleses se juega fútbol (malo, aburrido, lento y caro como hemos visto
en la reciente eurocopa 2016) y se le llama fútbol. Sería interesante
saber en qué momento los colonizados del norte se rebelaron contra Inglaterra y
decidieron darle una patada al fútbol y adueñarse de esta palabra y, como es su costumbre, también de toda América.
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El hecho de que el futbol, como lo conocemos hoy, sea el deporte más popular del mundo se lo debemos más a los franceses por la creación de la FIFA, que a los ingleses quienes para esa época tenían muchas (no solo dos) formas diferentes de llevar un balón de un lado a otro. Una de esas formas llegó a USA para convertirse, junto con el Sistema Imperial de Medidas, en variaciones casi incomprensibles y más que complicadas de lo que se hacía en el resto del mundo, a las cuales se han aferrado con pasión prácticamente religiosa. Tal vez por eso, muchos estadounidenses le tienen aversión al contacto con los de afuera. Temen no ser comprendidos. Quizás con razón.